LA
IRREALIDAD DELICTIVA DE QUINTANA ROO. “MENOS DELITOS” Y EL VÍDEO DE UNA
EJECUCIÓN
Fabiola
Cortés Miranda
CANCÚN.-La
difusión de un vídeo supuestamente realizado por integrantes del Cártel del
Golfo, en el que se ve, aún con vida, a Leni Rodríguez Reyes, taxista de
Cancún, cuyo cuerpo fue hallado el viernes pasado, maniatado, encintado de la
cabeza y con el tiro de gracia; marca un antes y un después en la historia de
Quintana Roo, donde las autoridades, estatales y federales, han tratado de
esconder el incremento del narcotráfico y la delincuencia organizada, la grave
situación de extorsiones y la complicidad policíaca, negándose no sólo a
abrirse al escrutinio de la sociedad, como lo exhibió hace unos días María
Elena Morera, sino maquillando burdamente las cifras para “reportar”, en el
papel, logros en materia de seguridad. Ahora, con el vídeo circulando ya no es
posible disimular nada; parece que el pacto de no hacer daño a la imagen del
destino turístico que más divisas aporta al país, se ha roto.
El
Procurador de 2 millones de dólares
En el vídeo, difundido a través de You Tube, Leni Rodríguez, lee, al parecer, un
telepromter, y señala que está en manos de integrantes del Cártel del Golfo,
por la disputa por el control de Cancún, con el Cártel de Sinaloa, al que
pertenece el taxista.
El ahora
occiso confirma la complicidad bajo la que opera el crimen organizado, en el
que están involucrados desde comandantes de la Policía Judicial, hasta altos
funcionarios como el ex director de la Policía Turística de Cancún, Martín
Estrada, ahora al frente de Seguridad Pública en Playa del Carmen; hasta el
mismo procurador del estado, Gaspar Armando García Torres, de quien dice,
recibió dos millones de dólares “para que se repartan entre ellos”.
Para
nuestra desgracia, la versión repetida por el taxista, tiene más credibilidad
que las cifras incoherentes que la Procuraduría de Quintana Roo ofrece para
tratar de demostrar que los índices delictivos han disminuido. Cifras en las
que no cuadra nada; ni el número de ejecuciones, ni las denuncias por
narcomenudeo, existentes sólo en Cancún y Chetumal; y mucho menos el número de
delitos. Y donde además existe un alto número de delitos que no están
clasificados, que están en el limbo, por decirlo de esa forma, a los que la
Procuraduría prefirió dejarlos sin nombre.
1 de
cada 3 delitos en Quintana Roo, no es identificado por la Procuraduría