MUERTO
EL REY, VIVA EL REY.
Por:
Romamy Miranda Gutiérrez
romamy@yahoo.com
Un
hombre de Estado es el que se pasa la mitad de su vida haciendo leyes, y la
otra mitad ayudando a sus amigos a no cumplirlas.
Noel
Clarasó
Roberto Borge angulo gobernador de Quintana Roo |
DIFÍCIL
ASIMILAR que
comienzan a eclipsarse y deben dejar paso al que irá a sucederlos. Es, quizá,
la más dura prueba a la que deben someterse en su peregrinar por el proceloso
mar de la política. El secreto para
salir por la puerta grande y convertirse en el mejor ex presidente, ex
gobernador o ex lo que usted quiera, consiste en saber desde el primer día de
su gestión, que el poder termina pero el recuerdo perdura.
Por sus
obras y acciones los recordaran, lo mismo por su generosidad, sus compromisos
cumplidos o su respuesta a las demandas de la gente, que por sus excesos y
frivolidades, su demagogia, sus faltas como gobernantes o por la palabra
ofrecida sin respaldo en los hechos. Para bien o para mal, ese es el equipaje
con el que parten a su siguiente estación.
Hace
unos meses en mi columna Pulso del Caribe,
se hizo un sondeo entre los quintanarroenses y concluye,
que existe incertidumbre del futuro político, económico y social. Está en
el aire y su composición advierten,
depende definitivamente de cómo se resuelvan las diferencias entre las
distintas bandas del narcotráfico que disputan el territorio quintanarroense.
Por desgracia en los dos últimos años se ha convertido en uno de los
estados donde más predomina la inseguridad, donde las inversiones, el
empleo y las oportunidades se han esfumado. En estas fechas ya nadie quiere
vivir en el estado, los empresarios
prefieren irse, en espera de que vengan
mejores tiempos.