A los políticos les interesa la gente, lo cual no siempre es una virtud. También a las pulgas les interesan los perros. P.J. O’Rourke
NO SÉ POR QUÉ los gobernadores no se sienten responsables de que la violencia haya llegado a tales niveles en el país. Como que consideran que eso de ser gobernador se trata de lidiar con la oposición, con las broncas internas de su partido, con los manifestantes, los grupos sociales, a lo más, con las bandas de rateros. Pero lo del narco, es asunto del Presidente en turno.
Para nadie es novedad que desde el fin de la hegemonía del PRI en el poder presidencial, gobernadores de todos los partidos y todas las entidades del país no sólo viven el mejor de los mundos, sino que se han convertido en auténticos señores feudales, olvidando la seguridad de los ciudadanos.
Un gobernador —sea tricolor, azul o amarillo— dispone a su antojo del presupuesto anual, tiene bajo su control absoluto —por ejemplo— los mecanismos de transparencia, fiscalización y rendición de cuentas; además de que impone a alcaldes, diputados locales, federales y senadores. Los gobernadores son, en la práctica, los reyes chiquitos de los distintos estados del país.
No rinden cuentas a nadie, no existe poder capaz de sancionarlos y, por todo ello, lo mismo roban a placer que se vinculan al crimen organizado y el narcotráfico, sin que nadie sea capaz de poner fin a la depredación sexenal. Todo a los ojos incrédulos de los ciudadanos que nada pueden hacer por cambiar esa fatalidad.
Y abundan las evidencias de gobernadores ladrones, delincuentes, depredadores de sus respectivas entidades y que, a pesar de sus delitos, siguen como si nada.
Es por eso que diputados federales ya investigan
una serie de graves irregularidades que se detectaron en algunas administraciones de los estados de la República, pues el informe de la Auditoría Superior de la Federación revela que hay gobernantes mañosos y diestros en desaparecer.
Quintana Roo es, porcentualmente, el estado más endeudado de México, según el reporte de Saldos Totales de Obligaciones Financieras de Entidades Federales y Municipios de la SHCP, fechado al 31 de diciembre de 2010, Quintana Roo debe por todo concepto 10 mil 37 millones de pesos. Lo cierto es que, hasta el momento, las autoridades correspondientes de Quintana Roo no han informado a la ciudadanía el monto total de los recursos públicos destinados.
Los quintanarroenses recuerdan al ex gobernador
Félix González Canto por el millonario dispendio de recursos públicos para la celebración de los 15 años de su hija
Victoria Patricia González Martín. La fiesta se realizó en los patios de la Casa de Gobierno en Chetumal, acudieron cerca de 4 mil invitados.
González Canto,nunca dijo no,a ninguna de las formas de obtener ganancias a través del ejercicio público. Un ejemplo, es el registro oficial de taxis de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Estado tiene como ruleteros dotados de una concesión indefinida en Cozumel al propio ex gobernador Félix Arturo González Canto; a su padre, Lenin Matías González Padrón, y a su madre, Yolanda Canto Pacheco; y a su cuñado, José Alfredo Asunción Martín Villanueva, entre muchos otros familiares, amigos y colaboradores.
Es lamentable que esta entidad sea sorda, muda y ciega.
Uno de sus tantos socios del ex gobernador,fue Roberto Borge Martín y Franco González Padrón, padre del actual gobernador y tío, de ahora ex mandatario estatal. Ayudo a su amigo y cómplice
Salvador Rocha Vargas, quien fue acusado de dar protección a la delincuencia organizada, a través de un video de YouTube, en el que aparece el auto llamado grupo Matazetas interrogando a tres presuntos narcotraficantes que fueron ejecutados en Cancún.
Recordemos que Félix González Canto,contó con más dinero que cualquier otro gobernador de Quintana Roo, sin embargo dejo un endeudamiento de cerca de 5 mil 200 millones de pesos Lamentablemente, los grandes recursos con los que contó González Canto,producto de las participaciones federales como del endeudamiento público no fueron usados para el desarrollo de la entidad, sino para el enriquecimiento de los miembros de la fidelidad y para las campañas políticas del PRI.
El ex mandatario se caracterizó por encabezar un gobierno peleado con latransparencia en el uso de los recursos públicos; por su gran preocupación por el culto a su personalidad. Gasto 300 millones de pesos en la construcción del Centro de Convenciones de Chetumal.
Un inmueble en la capital del estado que lo ven como un elefante blanco.
Gasto dinero del gobierno para comprar el parque vehicular para la alta burocracia. Utilizo el avión del gobierno para fines personales, pasó a ser de uso particular en su gestión. Se peleó hasta el final para que su delfín Roberto Borge Angulo fuera el gobernador del estado y lo logro.
Ahora que Félix González Canto se registró como candidato para el Senado de la República,se abre otra vez, la página sobre el asesinato de una joven de 16 años
Mayra Beatríz Ayuso Rodríguez en Cozumel.
Muchos pretenden olvidar la averiguación previa 1100/99, que contiene la declaración de los homicidas Juan Carlos Padilla Alcocer donde confiesa haber matado a la joven a golpes junto con su cómplice José Enrique, por encargo de un señor Rocha...
Si el país está lleno de inocentes, bien intencionados, honestos, ex gobernantes exitosos que atinaron todas sus gestiones públicas, rescataron a las instituciones y administraron los recursos de manera que estos hicieron despuntar la economía, crearon importantes instituciones de seguridad social,las cuales funcionan adecuadamente, como lo hacen creer, y los gobernantes de hoy son valientes, honestos, eficaces, solo me queda un sola explicación ante el desastre que se vive, la culpa no es de los políticos.
Ellos nunca jodieron al país, el país se jodió solito, por obra del azar y de la providencia, de manera inexplicable, pese a la a la gran capacidad y honestidad de todos, el país un día, despertó jodido…. ¡Upsss!
GUILLOTINA. ¿Será cierto que en algunas direcciones del Gobierno del estado están corriendo a empleados para contratar a personal de Playa del Carmen, amigos de un tal Góngora?
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