ULISES
RUIZ, EL GOLPEADOR DEL PADRE ALEJANDRO SOLALINDE,
*Mapachea
en Quintana Roo
CARLOS CANTÓN ZETINA*
carlos_cantonz@hotmail.com
Está en
Quintana Roo el principal golpeador del heroico padre José Alejandro Solalinde
Guerra, severo crítico del gobierno priista de Enrique Peña Nieto, valiente
defensor de los 43 normalistas de Ayotzinapa y, desde hace años, guardián de
los derechos de migrantes ilegales.
Se trata
del ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz (URO), designado el 2 de
diciembre del 2013 delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PRI en el estado
en preparación del fraude electoral que se avecina en los comicios para
diputados federales. “Estoy muy contento”, dijo el gobernador (también
militante priista) Roberto Borge Angulo luego de que el oaxaqueño rindió
protesta en Chetumal.
Antes de
aquella fecha fungió como “asesor externo” del mandatario estatal en el relevo
de alcaldes y diputados locales el 7 de julio del 2013. Su amplia experiencia
como mapache electoral contribuyó en gran medida a que el PRI se llevara “carro
completo”, al ganar los 10 ayuntamientos y 14 de las 15 curules en el Congreso
local.
El
sacerdote de Ixtepec, Oaxaca, ha denunciado que URO lo ha amenazado de muerte
varias veces, además de que lo mandó golpear y encarcelar.
En el
exilio dorado en que se encuentra desde hace más de un año, disfrutando del
máximo confort que le proporciona el gobierno estatal y de las playas
quintnarroenses, Ruiz Ortiz ya desamarró su costal de mañas y prácticas
antidemocráticas para hacer ganar, en junio próximo, a los ya precandidatos de
su partido impuestos por Borge Angulo para las elecciones de junio próximo.
Los
ungidos son tres diputados locales con licencia: José Luis “Chanito” Toledo
Medina (distrito 01) y Arlet Mólgora Glover (distrito 02), así como el
militante del PVEM, Remberto Estrada Barba, en el distrito 03.
Ninguno de
los tres tiene los merecimientos suficientes para llegar a San Lázaro. Nada
relevante aportaron a Quintana Roo sino al contrario, lo perjudicaron al aprobar
nueva deuda pública y las reformas constitucionales de Peña Nieto. Lacayos y
mediocres.
Sin
embargo, parece indudable que obtendrán la victoria en junio: la maquinaria
gobierno-PRI está más que aceitada, lista para derrochar muchos millones de
pesos –del erario, por supuesto– y manejada desde las catacumbas políticas por
Ruiz Ortiz, en calidad de jefe de los “mapaches” y de los autores de oprobiosas
guerras sucias contra opositores y otros disidentes como periodistas
independientes.
El
represor oaxaqueño y los designados por dedazo del gobernador proclamaron, el
miércoles 7 en que fue el pre registro, la “unidad” del PRI en esta entidad.
Pero ese mismo día se vio lo contrario, cuando la también ex legisladora local
Cora Amalia Castilla Madrid, en franca rebelión contra la línea de Borge
Angulo, presentó sus documentos como aspirante en el distrito 02, donde se
enfrentará (y seguramente será vencida) a la favorita oficial, Arlet Mólgora.
La
intolerancia y falta de oficio político cuando ni URO ni el líder estatal del
PRI en Quintana Roo, Pedro Flota, se dignaron a estar presentes en el pre
registro de Cora Amalia, como sí lo estuvieron con los “gallos” del gobernador.
Mujer de
claroscuros, varias veces denunciada por diferentes motivos, Castilla Madrid es
sin embargo quien tiene una trayectoria más amplia: ya fue alcaldesa de la
capital (Chetumal), presidenta estatal del partido y secretaria de Cultura del
gobierno con el propio Borge.
Ulises
Ruiz ha sido denunciado por desvíos de recursos públicos y represión en contra
de maestros, activistas y defensores de derechos humanos, especialmente entre
junio y diciembre de 2006, durante su gobierno (2004-2010). Fue particularmente
brutal su embestida contra los miembros de la Asamblea Popular de los Pueblos
de Oaxaca (APPO).
El pasado
25 de noviembre, de conformidad al Decreto 2056 emitido por el Congreso del
Estado, el actual gobernador oaxaqueño Gabino Cué instaló la Comisión de la
Verdad la cual investigará los hechos que motivaron las violaciones a los derechos
humanos del pueblo de Oaxaca en 2006 y 2007, durante la gestión del “mapache”
URO. Y como presidente de esa comisión quedó el padre Solalinde Guerra.
En una
primera declaración, el sacerdote dijo categórico que “se castigará al ex
gobernador Ulises Ruiz Ortiz por su responsabilidad en los agravios cometidos
durante el conflicto social de 2006 y 2007, así como a los funcionarios que en
ese entonces estuvieron en el gobierno de Oaxaca”.
No habrá
impunidad para nadie, advirtió el sacerdote: “todas las personas que resulten
responsables tendrán que enfrentar la ley, y tendrá que buscarse medios de
coerción para que se cumpla lo que dictamine la Comisión de la Verdad”.
Expresó
que en el primer semestre del 2016 será cuando entreguen la investigación
completa de los hechos, después de entrevistarse con afectados, familiares, así
como defensores de los derechos humanos y también funcionarios.
“De
nuestra parte no habrá ninguna consideración para nadie”, señaló al tiempo de
reconocer que esa situación incluye al ex gobernador Ruiz Ortiz, así como a los
funcionarios que estuvieron inmiscuidos en esos acontecimientos.
Otros dos
integrantes de la comisión son la investigadora y maestra en antropología
social, Marina Patricia Jiménez Ramírez, y el periodista y escritor Diego
Enrique Osorno González. Además indagarán a fondo las condiciones políticas,
administrativas y jurisdiccionales de las distintas instituciones de Oaxaca
“que contribuyeron, con su actuación u omisión, a la comisión de violaciones y
delitos”. Es decir, funcionarios bajo las órdenes del vacacionista en Quintana
Roo, Ulises.
LAS AMENAZAS DE ULISES RUIZ
José
Alejandro Solalinde Guerra nació en Texcoco, estado de México, el 19 de marzo
de 1945. Tiene 69 años. Es un sacerdote católico defensor de los derechos
humanos de los migrantes, coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana
Pacífico Sur del Episcopado Mexicano. Es a su vez el director del albergue
Hermanos en el Camino que proporciona asistencia humanitaria e integral además
de orientación a los migrantes de Centro y Sudamérica en su paso a Estados
Unidos.
Solalinde
abandonó el país la primera semana de mayo de 2012, debido a una serie de
amenazas que recibió por su labor humanitaria. Después de un exilio forzoso de
dos meses regresó a Oaxaca y a Enrique Peña Nieto, recién designado presidente,
le pidió emprender el camino de la democracia. En entrevista, Solalinde
recomendó también a los priistas que no “echen las campanas al vuelo” por su
cuestionado triunfo; culpó a Ulises Ruiz Ortiz de ser el gobernador que más lo
ha golpeado, y reprobó la actuación del IFE y de los “poderes fácticos” que
“imponen candidatos”.
El 10 de
diciembre de 2012, se hizo ganador del Premio Nacional de Derechos Humanos.
Antes de eso, el 4 de junio de 2012, Solalinde
hizo público en Ginebra (Suiza) que en México recibió seis amenazas de muerte.
Reveló tener sospechas de que “al menos dos de las amenazas proceden del ex
gobernador de dicha entidad, Ulises Ruiz Ortiz”.
El clérigo
advirtió que si le llega a pasar algo, sería a Ruiz Ortiz al primero que se
debería investigar. Y remató: “Algún día cuando haya justicia, el señor debe
estar en la cárcel porque ha atropellado los derechos de los migrantes”.
“De otra
amenaza, de la tercera amenaza (en dos meses) pagaron 5 millones de pesos y los
que habían hecho eran políticos. Varias de esas amenazas, ellos dicen que los
que les pagaban eran políticos”, dijo.
Más
recientemente, el 16 de julio de 2014, el Coordinador del Albergue “Hermanos en
el Camino” acusó que el ex gobernador Ruíz Ortiz, y el PRI estarían detrás de
la campaña mediática para desprestigiarlo y minar su autoridad moral.
Detalló:
Samuel Gurrión es “amigo íntimo” del “cacique” de Nuevo Santiago Tutla, José
Raymundo Fabián, el mismo que lo ha amenazado de muerte. También Gerardo García
Henestrosa, quien “de igual forma, es gran amigo de Samuel Gurrión y ambos
están dentro del radio de acción de Ulises Ruíz Ortiz, lo que “demuestra que
hay cabos sueltos”.
Solalinde
acusó: “ellos están enojados porque se les ha denunciado por haber atropellado
los derechos humanos de 140 familias indígenas que fueron desplazados
violentamente de la comunidad”.
Sostuvo
que en la zona hay grandes intereses, “porque casualmente en el lugar se han
detectado plantíos de drogas, tráfico de armas, explotación y tráfico de
maderas preciosas y ganado”.
Con todo y
eso, anunció que seguirá con su labor hasta el final de su vida, “nada, ni
nadie me va a detener”.
Y el
clérigo heroico ha cumplido su palabra.
En varias
entrevistas a Cristina Aristegui y otros comunicadores independientes, ha
censurado a Peña Nieto a raíz de la desaparición de los normalistas de
Ayotzinapa. En octubre declaró ya estaban muertos y que era culpa del Estado.
En su
cuenta de Twitter @padresolalinde también alza la voz.
Tan sólo
el jueves 8 de enero escribió estos mensajes, utilizando el hashting
#YaMeCansé20:
“El
gobierno Mexicano ya no es un interlocutor válido con el pueblo, es su mayor
verdugo”.
“En tiempo
de compensación les digo que el gobierno es desaparecedor de personas y
exterminador de jóvenes#YaMeCanse20”.
“México
está en etapa terminal, el mayor recurso que nos queda es la gente, perdamos el
miedo para salir adelante”
“En el
México que vivimos hoy el gobierno es su principal enemigo que atenta a sus
ciudadanxs.#YaMeCanse20”
Un twitter
del lunes 5 de enero es aún más lapidario contra Peña Nieto:
“Triste
ver a alguien que se despedaza buscando credibilidad,diciendo sólo mentiras
@EPN #AyotzinapaVerdadYJusticia #YaMeCanse20”.
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