08 octubre 2015

MUERTO EL REY, VIVA EL REY.

MUERTO EL REY, VIVA EL REY.

Por: Romamy Miranda Gutiérrez
        romamy@yahoo.com


Un hombre de Estado es el que se pasa la mitad de su vida haciendo leyes, y la otra mitad ayudando a sus amigos a no cumplirlas.
Noel Clarasó


Roberto Borge angulo gobernador de Quintana Roo


DIFÍCIL ASIMILAR que comienzan a eclipsarse y deben dejar paso al que irá a sucederlos. Es, quizá, la más dura prueba a la que deben someterse en su peregrinar por el proceloso mar de la política.  El secreto para salir por la puerta grande y convertirse en el mejor ex presidente, ex gobernador o ex lo que usted quiera, consiste en saber desde el primer día de su gestión, que el poder termina pero el recuerdo perdura.

Por sus obras y acciones los recordaran, lo mismo por su generosidad, sus compromisos cumplidos o su respuesta a las demandas de la gente, que por sus excesos y frivolidades, su demagogia, sus faltas como gobernantes o por la palabra ofrecida sin respaldo en los hechos. Para bien o para mal, ese es el equipaje con el que parten a su siguiente estación.

Hace unos meses en mi columna Pulso del Caribe,  se hizo un sondeo entre los quintanarroenses  y concluye,  que existe  incertidumbre del  futuro político, económico y social. Está en el aire y su composición  advierten, depende definitivamente de cómo se resuelvan las diferencias entre las distintas bandas del narcotráfico que disputan el territorio quintanarroense. Por desgracia en los dos últimos años se ha convertido  en uno de los  estados donde más predomina la inseguridad, donde las inversiones, el empleo y las oportunidades se han esfumado. En estas fechas ya nadie quiere vivir en el  estado, los empresarios prefieren irse,  en espera de que vengan mejores tiempos.


Es sabido que el  poder es tremendamente tentador, imponente, impactante, capaz de deslumbrar a un siervo humilde. La voluntad política y la vocación de servicio, son expresiones humanas, surgidas del corazón humano, pero el poder es una adrenalina que se propaga por las venas. Es una especie de sida. Definitivamente que hay mujeres y hombres, en el servicio público, que son capaces de detener un cañonazo de millones de pesos, pero también es cierto que no son mayoría.

El sexenio del gobernador Roberto Borge Angulo está por terminar y actualmente se ve que esta administración,  está cada vez más, sumida en un hoyo de críticas por su falta de apertura al gran cambio que necesita. Quizás ya es tiempo de que el  mandatario  abandone  el “show” y concentrarse para lo que fue elegido por los quintanarroenses: gobernar.

Debe saber que después de que se cierre el telón los quintanarroenses  pueden llevarlo al ocaso. Peligrosamente, en la guerra sucia de la política, algunos personajes y sus agoreros en los medios de comunicación ya empezaron a nombrar a Roberto Borge, de ególatra, intolerante, protagónico, farandulero, corrupto, sin liderazgo real dentro del PRI. En él, sólo en él, está que no se convierta en realidad.

“Pedro Ferríz de Con comento: “El gobierno de Roberto Borge es un desastre, es el culto al ego y a la corrupción”.

Realmente la  imagen, aceptación y popularidad de Roberto Borge Angulo  están por los suelos ante la clase política de Chetumal y los quintanarroenses.  Sin embargo, en este sentido habría que esperar lo que decida el mandatario estatal antes y después de que concluya su administración y si a pesar  del repudio generalizado, decide seguir  participando en política, debe estar consiente que aunque corra el pasado  lo  alcanzara.

No pocos autores han señalado que, cuando los políticos dejan un encargo, les sobreviene un síndrome de la nostalgia del poder al que tienen que irse sobreponiendo con el auxilio de algún medicamento.  Los conocedores dicen que, en seis años, un político se acostumbra a ser la personalidad encarnada del poder público, a ordenar y decidir. 

No hay peor castigo para un político que cuando se refugia en la soledad. Es lo natural de quienes viven de y para la política. Se preparan para ello y en muchos casos estudian, adquieren grados académicos, toman cursos de dicción, de oratoria, de manejo de su imagen, de desenvolvimiento ante reporteros y entrevistadores. Se preparan para ser, pero las más de las veces no lo hacen para dejar de ser. Es el dilema de quien ve mermar su poder, de empezar a ser criticado por los mismos que lo adularon hasta la ignominia, de sentir el alejamiento de quienes favoreció y que buscan ahora al que viene. Muerto el Rey, Viva el Rey…… ¡Upsss!...

GUILLOTINA. Sera cierto que el módulo de información de la Secretaria de Seguridad Publica piden doscientos pesos. ¿Lo sabrán las autoridades?  O estará muy ocupados con sus negocios.

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