09 mayo 2016

¿DONDE ESTAN LAS PROMESAS DE ROBERTO BORGE ANGULO?

¿DONDE ESTAN LAS PROMESAS DE ROBERTO BORGE ANGULO?


Por: Romamy Miranda Gutiérrez
         romamy@yahoo.com


“No tengo simpatía alguna por ningún partido político o, mejor dicho, los aborrezco a todos, porque todos me parecen igualmente limitados, falsos, pueriles, empleados en lo efímero, sin visión de conjunto y sin elevarse jamás más allá de lo útil.”
Gustave Flaubert





CUÁNTA RAZÓN tiene el novelista mexicano Fernando del Paso al decir que en  México hay muchos gobernantes ineptos y codiciosos, para luego mencionar que el pueblo mexicano ha cultivado el escepticismo durante siglos y debe reaccionar.

¿Qué nos pasó? ¿En qué momento permitimos que los gobernadores pudieran hacer lo que quieran con los estados que, en teoría, gobiernan para mejorar?

¿Cómo explicar que después de desfalcar un estado, e inclusive tener presuntos vínculos con el crimen organizado, haya quien pueda vivir a costa de un sistema que no sólo protege, sino que fomenta la corrupción y la impunidad?

De verdad, ¿nos debería sorprender que haya gobernadores como el priísta Roberto Borge Angulo? Yo pienso y creo  que no.


Desde la  llegada de Vicente Fox a la Presidencia de la República en 2000 modificó las reglas del juego político en México

Fue la manera en que los gobernadores, casi todos priístas –25 de 32–, comenzaron a cohabitar con el primer presidente panista de la historia. Y por cohabitar, me refiero a cómo se comenzó a repartir el dinero público.

La evidencia demuestra, cómo, con el paso de los años, hubo cada vez más dinero para los gobernadores y los alcaldes, y cada vez menos para la federación.

A final de cuentas, esta transición no es menor, porque como dice la ahora afamada frase, “el que paga, manda”. Y los gobernadores, por primera vez en 70 años, comenzaron a mandar.

Más allá de la cantidad del gasto, es importante analizar cómo los incentivos perversos que se fueron generando garantizaron la mala calidad de éste. A final de cuentas, se trata de miles de millones de pesos en chequeras abiertas. Fondos sin condiciones. “Cajas chicas” sin ningún tipo de control, para el simple beneplácito de los señores gobernadores. ¿Sorprende sus resultados? No lo creo.

En su sano juicio, uno pensaría que con más ingresos, los gobernadores se habrían quedado tranquilos “administrando la abundancia”. Pero no. Uno no valora las cosas gratis de la vida. Y los gobernadores, menos.

Así, con más poder, los gobernadores tuvieron frente a sus ojos una posibilidad histórica para endeudarse, dar contratos a sus compadres, candidatear a sus parientes o amigos, y promocionarse a sí mismos.

Nicolás Maquiavelo, es uno de los  teóricos favoritos de los políticos mexicanos. Aseveró que el fin justifica los medios, resumiendo así una postura de la política consistente en acceder a posiciones de poder mediante la utilización de artimañas, de falsedades y embustes.

En el estado de Quintana Roo, la sociedad se ha convertido  en rehenes de la reacción, dependen  de su fuerza e impacto; la precisión deja de importar, lo sustancial es el golpe, dar el ejemplo de legalidad con acciones que exponen la fragilidad de la normatividad.

Hay que preguntarle directamente Borge Angulo si se acuerda ese 5 de abril del 2011 cuando se  comprometió a encabezar un gobierno austero y transparente que se basaría en cuatro valores fundamentales: solidaridad, fortaleza, competitividad y cuidado de los recursos naturales

Su compromiso de convertir a Quintana Roo en un estado más seguro, con finanzas sanas y una transparente rendición de cuentas, contrastan con indicadores de diversas organizaciones que ubican a la entidad en los últimos lugares de transparencia, con un panorama económico difícil y uno de los peores evaluados en materia de seguridad.

A la desnutrición no le interesa la contienda electoral, a la pobreza no le interesan las alianzas, los pactos. La desigualdad no entiende de spots y la discriminación no se elimina por decreto. No se puede combatir la extorsión si en el terreno político hay quienes lo utilizan como método para suscribir preferencias electorales; no se puede erradicar la drogadicción si somos incapaces de proveer formación y educación a las nuevas generaciones. No podemos pintar paisajes de justicia sobre lienzos de perversidad.

En silencio, se alimenta el rencor, se incrementa la resignación. El sistema político empezará a respirar con dificultad sino reconocemos lo que nos mantiene. En riesgo está la credibilidad de la política, la estabilidad de generaciones que crecen entre imágenes de crueldad y disfuncionalidad. Ahora ya no basta con aparentar o aconsejar, tendremos que empezar a gobernar con humildad para transformar actitudes e inspirar conductas de bien. ¿Y esto lo sabrá algún candidato en el estado?  Yo creo que no


GUILLOTINA. ¿Sera cierto que ya hubo negociaciones para gobernador?

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