ÍNDICE
POLÍTICO
Por: Francisco
Rodríguez
Ernesto Cordero Arroyo |
¡Indignación!
Tal es el sentimiento que privó entre los miembros del círculo cercano al Alto
Mando de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ante la acusatoria
frase: “Hacienda no decide ni sabe siquiera a quién se contrata; es la Sedena
quien decide qué fierros comprar… no conozco a Susumo Azano… no tengo ninguna
relación con él”, al cuestionar la colega Carmen Aristegui a Ernesto Cordero
Arroyo sobre su relación –documentada aquí– con los contratos por más de 5 mil
millones de pesos –en realidad son 7 mil millones– asignadas al empresario
jalisciense de origen japonés, hoy arraigado por el FBI en su mansión de San
Diego, California, por ¡financiamiento ilegal de campañas políticas!
Y es que
los miembros de la Secretaría, fieles a sus cimientos de disciplina, fortaleza
de dicha institución, han “aguantado vara”, no obstante que todos saben cómo
fueron instruidos a contratar dichas tecnologías por “recomendación” de
personajes cercanos al usurpador Felipe Calderón, a fin de financiar con los
sobreprecios –hasta de 875%– algunas campañas políticas panistas, entre ellas
la también fallida de Cordero por la candidatura presidencial del blanquiazul.
Pero sí.
En Lomas de Sotelo muchos saben que fue a través de la gestión de César Nava
que se instrumentaron los medios para canalizar dineros a la precampaña de
Codero, a cambio de favorecer a las empresas de Azano. Tan es así que, en
aquellas épocas, este empresario decía a quien quería escucharlo que él había
pagado por el lujoso departamento que Nava tiene frente al Bosque de
Chapultepec.
Así que,
si Cordero no conoce a Azano, ¿por qué durante su precampaña viajó a diferentes
puntos del país, principalmente los fines de semana, a bordo del jet Hawker y
ocasionalmente del Lear propiedad del jalisciense, según consta en las
bitácoras del aeropuerto de Toluca que tuve oportunidad de conocer?
Si la
Sedena es la que decidió “qué fierros comprar”, entonces ¿por qué el señor
Cordero –todavía cobrando como titular de Hacienda– visitó el ahora Centro de
Inteligencia Militar de la Sedena, quizá uno de los centros de espionaje más
sofisticados no sólo de México sino de América Latina, en donde personalmente
escuchó sobre las bondades (?) de los sistemas que posteriormente serían adquiridos…
para beneficiarlo?
LARGA
TROMPA DE PINOCHO
Ernesto
Cordero, quien este domingo contiende por la dirigencia nacional del Partido
Acción Nacional, le mintió a Aristegui descarada y contumazmente.
Por supuesto que todo el tiempo estuvo
enterado del fraude a las finanzas públicas que Nava y muy probablemente
Calderón idearon para, con el pretexto de la seguridad nacional que permite no
licitar las adquisiciones de todo tipo para preservarla, se adquiriera a un
sobreprecio exagerado y así obtener recursos para el depa de Nava, y todo lo
que Cordero necesitara para obtener la candidatura presidencial, lo que por sus
limitaciones no consiguió.
Mintió
Cordero, también, cuando en la misma entrevista dijo “no es mi asesor (Ravneet
“Ravi” Singh)… Susumo no tiene nada qué ver… (“Ravi”) estuvo 4 semanas pero yo
jamás lo contraté, llegó, se presentó, ya ni sé siquiera si él terminó
asesorando el tema de redes sociales, yo no tengo nada que ver ni con él ni con
Susumo”.
¿Nada
qué ver? ¡Miente!
Van aquí
los detalles: Fue en el piso 9 del edificio de Paseo de las Palmas 405, en
donde se armó un bunker en el que trabajó el señor Singh –también indiciado por
el FBI, por su complicidad con Azano–, de quien Cordero cuando menos reconoce
que le trabajó en redes sociales. Allí, laboraron más de 20 personas, selectas
y muy cercanas al entonces precandidato.
Y de acuerdo a videos de la seguridad
del inmueble que he visto, el señor Cordero estuvo en ese piso –uno arriba de
sus oficinas de campaña– cuando menos en cuatro ocasiones. Esto sin contar que
su esposa, la señora Cristina Keller, realizó innumerables visitas a ese piso,
donde despachaba Singh.
¿Quién
pagaba la renta de esos pisos? Pues Security Tracking Devices, la empresa de
Susumo Azano.
Cordero miente. Conoce a Singh y, por
supuesto, a Azano.
¿Quién,
si no, pagaba sus cuentas? Con el dinero obtenido por la venta de equipos a la
Sedena, donde hay indignación, gran indignación, contra Cordero. Y en una de
esas, contra Felipe Calderón.
Índice Flamígero:
A nadie escapa que, en realidad, es Felipe Calderón quien este domingo va por
la revancha contra Gustavo Madero. Volverá a perder, auguran los momios.
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