16 mayo 2014

CÓLERA MILITAR CONTRA CORDERO


ÍNDICE POLÍTICO

Por: Francisco Rodríguez

Ernesto Cordero Arroyo

¡Indignación! Tal es el sentimiento que privó entre los miembros del círculo cercano al Alto Mando de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ante la acusatoria frase: “Hacienda no decide ni sabe siquiera a quién se contrata; es la Sedena quien decide qué fierros comprar… no conozco a Susumo Azano… no tengo ninguna relación con él”, al cuestionar la colega Carmen Aristegui a Ernesto Cordero Arroyo sobre su relación –documentada aquí– con los contratos por más de 5 mil millones de pesos –en realidad son 7 mil millones– asignadas al empresario jalisciense de origen japonés, hoy arraigado por el FBI en su mansión de San Diego, California, por ¡financiamiento ilegal de campañas políticas!

Y es que los miembros de la Secretaría, fieles a sus cimientos de disciplina, fortaleza de dicha institución, han “aguantado vara”, no obstante que todos saben cómo fueron instruidos a contratar dichas tecnologías por “recomendación” de personajes cercanos al usurpador Felipe Calderón, a fin de financiar con los sobreprecios –hasta de 875%– algunas campañas políticas panistas, entre ellas la también fallida de Cordero por la candidatura presidencial del blanquiazul.

Pero sí. En Lomas de Sotelo muchos saben que fue a través de la gestión de César Nava que se instrumentaron los medios para canalizar dineros a la precampaña de Codero, a cambio de favorecer a las empresas de Azano. Tan es así que, en aquellas épocas, este empresario decía a quien quería escucharlo que él había pagado por el lujoso departamento que Nava tiene frente al Bosque de Chapultepec.

Así que, si Cordero no conoce a Azano, ¿por qué durante su precampaña viajó a diferentes puntos del país, principalmente los fines de semana, a bordo del jet Hawker y ocasionalmente del Lear propiedad del jalisciense, según consta en las bitácoras del aeropuerto de Toluca que tuve oportunidad de conocer?

Si la Sedena es la que decidió “qué fierros comprar”, entonces ¿por qué el señor Cordero –todavía cobrando como titular de Hacienda– visitó el ahora Centro de Inteligencia Militar de la Sedena, quizá uno de los centros de espionaje más sofisticados no sólo de México sino de América Latina, en donde personalmente escuchó sobre las bondades (?) de los sistemas que posteriormente serían adquiridos… para beneficiarlo?

LARGA TROMPA DE PINOCHO

Ernesto Cordero, quien este domingo contiende por la dirigencia nacional del Partido Acción Nacional, le mintió a Aristegui descarada y contumazmente.
 Por supuesto que todo el tiempo estuvo enterado del fraude a las finanzas públicas que Nava y muy probablemente Calderón idearon para, con el pretexto de la seguridad nacional que permite no licitar las adquisiciones de todo tipo para preservarla, se adquiriera a un sobreprecio exagerado y así obtener recursos para el depa de Nava, y todo lo que Cordero necesitara para obtener la candidatura presidencial, lo que por sus limitaciones no consiguió.

Mintió Cordero, también, cuando en la misma entrevista dijo “no es mi asesor (Ravneet “Ravi” Singh)… Susumo no tiene nada qué ver… (“Ravi”) estuvo 4 semanas pero yo jamás lo contraté, llegó, se presentó, ya ni sé siquiera si él terminó asesorando el tema de redes sociales, yo no tengo nada que ver ni con él ni con Susumo”.

¿Nada qué ver? ¡Miente!

Van aquí los detalles: Fue en el piso 9 del edificio de Paseo de las Palmas 405, en donde se armó un bunker en el que trabajó el señor Singh –también indiciado por el FBI, por su complicidad con Azano–, de quien Cordero cuando menos reconoce que le trabajó en redes sociales. Allí, laboraron más de 20 personas, selectas y muy cercanas al entonces precandidato. 

Y de acuerdo a videos de la seguridad del inmueble que he visto, el señor Cordero estuvo en ese piso –uno arriba de sus oficinas de campaña– cuando menos en cuatro ocasiones. Esto sin contar que su esposa, la señora Cristina Keller, realizó innumerables visitas a ese piso, donde despachaba Singh.

¿Quién pagaba la renta de esos pisos? Pues Security Tracking Devices, la empresa de Susumo Azano.

 Cordero miente. Conoce a Singh y, por supuesto, a Azano.

¿Quién, si no, pagaba sus cuentas? Con el dinero obtenido por la venta de equipos a la Sedena, donde hay indignación, gran indignación, contra Cordero. Y en una de esas, contra Felipe Calderón.

Índice Flamígero: A nadie escapa que, en realidad, es Felipe Calderón quien este domingo va por la revancha contra Gustavo Madero. Volverá a perder, auguran los momios.


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