INTELECTUALES
LAMENTAN LO QUE PASA EN MÉXICO
*“Todo el país será una fosa común”
“Me parece absolutamente vergonzoso y de una grosería
inaceptable poner todas esas fotografías con las caras de los muchachos como si
fueran delincuentes. Los andan buscando hasta por debajo de los camiones.
Cuando en realidad los mataron".
“Los andan buscando hasta por debajo de los camiones. Cuando en realidad los mataron” lamentó la escritora Margo Glantz |
¡Lo más obvio es que van a aparecer en una
fosa”, clamaba la escritora Margo Glantz. Desde Xalapa, Veracruz, donde
participaba del Hay Festival Literario concluido ayer en dicha ciudad, la
autora del reciente Yo también me acuerdo (Sexto Piso), se lamentó por la
“vergüenza espantosa” que representan “la desaparición forzada de personas que
se multiplica en el país y el cinismo con que lo enfrentan”.
Muy
afectada, la cuentista y novelista Ana García Bergua vaticinó ante SinEmbargo
que “todo el país será una fosa común”. Para el periodista Diego Enrique
Osorno, lo que viene es el pedido de la renuncia inmediata del Gobernador de
Guerrero, a quien considera el máximo responsable de los crímenes de
estudiantes en Iguala.
El autor de Oaxaca sitiada, El Cártel de
Sinaloa, Nosotros somos los culpables y País de muertos, entre otros, comentó
en entrevista que estuvo muchas veces en la escuela de Ayotzinapa a la que pertenecían los
estudiantes agredidos. “He visto que son hijos de campesinos muy entregados al
estudio, que leen por gusto como mínimo cuatro libros a la semana, que son
estudiantes dedicados como los que quisiéramos tener en todo el país, muy
involucrados con su sociedad, muy críticos, muy activos y de repente saber que
algunos de ellos están enterrados en una fosa clandestina, como si fueran
animales, es tremendo”, afirmó Osorno.
“Este país es muy decepcionante, es verdad que
como dice Ana García Bergua se está convirtiendo en una fosa común, pero
también es verdad que sobre esa fosa común se están construyendo reformas que otra vez como en la época de Carlos Salinas
beneficiará a unos pocos”, dijo el profesional nacido en 1980. “Creo que aunque
el caso de los estudiantes de Iguala es un golpe muy fuerte al espíritu de
México, tenemos que seguir el ejemplo que han dado en la escuela de Ayotzinapa
durante tanto tiempo con el lema mismo de la escuela que dice: Aquí se aprende
a no agacharse.
Aunque
nos quieran mandar a todos a la fosa común, tenemos que aprender a
levantarnos”, remató. Rosa Maldonado, del Colectivo por la Paz Región Xalapa,
“una casi abogada y fundamentalmente ciudadana”, tal como se presentó a
SinEmbargo, no se mostró sorprendida por los hechos de Iguala, “puesto que
suceden aquí también, en el Estado de Veracruz, casi todos los días”. “Es una
política del Estado la represión y la desaparición forzada de personas para
acallar movimientos sociales que luchan por la educación o el medioambiente.
Se trata
de una política que nos ha perjudicado mucho y que infunde el terror en la
población”, afirmó la militante. “Lo que ha pasado en Iguala es vista por los
movimientos sociales en los diferentes Estados de la República como una
consecuencia lógica de la política represiva de las autoridades. No nos
sorprende, desafortunadamente. Acabo de recibir, aquí, en Xalapa, la llamada
avisando la desaparición de una joven de 24 años. Sucede todo el tiempo”,
afirmó. Habla Benito Taibo: “Al final de El corazón de las tinieblas, Kurtz, el
personaje de [Joseph] Conrad, enfebrecido, fuera de sí, describe con un par de
palabras su reino sangriento, miserable, supurante, palúdico: ‘El horror…’ No
menor, sin duda a lo sucedido en Iguala.
Nombre
que se suma a la lista de otros, ominosos, que permanecerán para siempre como
heridas abiertas en nuestra historia”. “Chinameca, Huitzilac, Parral,
Xochicalco, Tlatelolco, San Fernando, Tlatlaya y otros muchos. El crimen de
Iguala, la barbarie de Iguala, el horror de Iguala, es una nueva afrenta que
nos corta las piernas y nos borra de golpe, cualquier mínimo atisbo de
esperanza”, dijo. La cuentista y novelista Ana García Bergua vaticinó ante
SinEmbargo que “todo el país será una fosa común”.
La cuentista y novelista Ana García Bergua |
¿QUÉ
PAÍS ES ESTE?
“Imagínate
esto: qué país es aquel en el cual unos estudiantes normalistas muy pobres,
pertenecientes a una de las regiones más pobres y marginadas de México, son
capturados, conducidos quién sabe adónde y luego asesinados y enterrados por la
policía. Es grotesco y horripilante”, dice el veterano escritor y filósofo Hugo
Hiriart.
“Lo que
cuentan los medios periodísticos es que toda la policía de Guerrero está
constituida por narcos y entonces creyeron que los que venían en el camión eran
de un grupo contrario y esa es la explicación probable. Pero aun así, que es
inmensamente grotesco, no es lo más grotesco”, expresa. “Lo más grotesco es que
no se va a saber nunca nada sobre los crímenes. Porque este es el país donde
nada tiene consecuencias. México es una momia maquillada que se ríe con
cinismo. Y es una cosa horrible, horrible”, concluyó Hiriart.
“El caso
Iguala es una confirmación de que todos los triunfos y supuestos logros que
tanto cacarea el gobierno federal, con reformas que nadie entiende, contrastan
con una realidad que sigue sangrando”, afirma el escritor Jorge F.Hernández,
autor entre otros de La emperatriz de Lavapies. “Es oprobioso y es
imperdonable. Primero, que no supiéramos durante una semana el paradero de 49
personas y peor aún que ahora vemos fotografías de los cadáveres en los medios.
Por respeto a los familiares tendríamos que acompañarlos en el duelo y
preocuparnos porque cada vez más el mapa de México, que parecía un cuerno de la
abundancia es en realidad el diván de un psicoanalista”, dijo Hernández.
HAY CADÁVERES
“Bajo las matas / En los pajonales / Sobre los
puentes / En los canales / Hay Cadáveres” inicia el poema “Cadáveres”, del
argentino Néstor Perlongher, una cita casi obligada en esta circunstancia que
no olvida el poeta mexicano Luis Felipe Fabre. “Si leyéramos ese poema en el
Zócalo o en cualquier otro lugar de México, sería más que pertinente.
Perlongher lo escribió por los desaparecidos durante la dictadura en la
Argentina, pero en el México de hoy también hay cadáveres sobre los puentes, en
los canales”, afirma Fabre.
“Este
tema no es sólo preocupación de los intelectuales, nos atañe a todos los
mexicanos. Situaciones como estas nos degradan como país, creo que desde
cualquier oficio o profesión tenemos que hacer algo al respecto”, clama el
poeta mexicano. El escritor y periodista Sergio González Rodríguez considera
que los hechos de Iguala constituyen “lo más atroz” que puede suceder en un
país. Sin embargo, para el ganador del Premio Anagrama de Ensayo por Campo de
guerra, “no se trata de algo novedoso.
Tenemos
muchos años alertando sobre la falta grave de respeto a los derechos humanos de
los ciudadanos, la impunidad de los delitos y el incumplimiento de las
autoridades en todo lo que hace a la seguridad pública”, explica. “Actualmente
vemos que cualquier manifestación en contra del mandato público puede
representar la muerte, la tortura y la desaparición de las personas. Esto es
tremendo porque se da justo en la coyuntura de Tlatlaya y que demuestra que el
gobierno no está funcionado. Esto es inaceptable”, remata.
UNA
HISTORIA DE TERROR
“Tengo mucho miedo, esta es una historia de
terror, de mucho terror”, admite Francisco Pancho Hinojosa, el entrañable autor
de La peor señora del mundo. “Todavía no sabemos toda la verdad, por lo que hay
un hilito de esperanza, pero el hecho de que la policía se valga de estudiantes
para matar a estudiantes es una de las cosas más horribles por las que ha
pasado México”, dice. “Además, en uno de los aniversarios del 2 de octubre,
tremendo y abominable. Hay que tenerle mucho miedo a lo que está pasando ahora.
Esto ni siquiera es la Guerra del Narco de Felipe Calderón, lo que pasa ahora
nos puede llevar a un hoyo muy profundo”, opina Hinojosa.
“Salir de este país y decir que eres de México
se está convirtiendo en una vergüenza nacional. El país está en picada.
¿Cuántos ha matado ya el gobierno de Guerrero? Manifestar una protesta es
arriesgarse a la fosa común”, admite la novelista y poeta Myriam Moscona.
Frente a los hechos de Iguala, la autora de Tela de Sevoya, Premio Villaurrutia
2013, afirma que mucha gente la verá como algo más de un estado de violencia
generalizado. “Tal vez queden inadvertidos (los crímenes) en este país del
olvido. Recuerdo el verso de un poeta que decía: Tened miedo de mi ira”,
advierte Moscona. “Es totalmente monstruoso, no hay palabras para describir los
hechos de la represión en Iguala y que obedecen claramente a una política de
Estado. Pasa primero por Tlatlaya, sigue por Iguala y atraviesa toda la
República”, afirma Rafael Barajas “El Fisgón”, en entrevista con SinEmbargo.
“Esto
demuestra que el crimen organizado y el sistema comienzan a ser sinónimos”,
concluye visiblemente afectado. Frente a tantos gritos de dolor, el escritor de
Culiacán Élmer Mendoza levanta aún más la voz para reclamar con fuerza una
acción inmediata. “A los responsables, encabezados por el presidente Enrique
Peña Nieto, les digo que esto no puede ocurrir. Si aspiramos a ser un país
civilizado, que tenga leyes respetables, no pueden pasar estas cosas”, dice el
autor de la reciente El misterio de la orquídea calavera. “No podemos permitir
que asesinen a nuestros estudiantes, a nuestra juventud, porque estamos
rompiendo cadenas y eso no es justo, no es normal y tampoco es humano. Tenemos
que conseguir ser otro país, un país donde los sueños sean posibles”, concluyó
Élmer.
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