EN
MÉXICO, ¿A QUIÉN LE IMPORTA EL INFORME DEL GOBERNADOR?. DERROCHA ROBERTO BORGE
EN PUBLICIDAD EN MILENIO Y EXCÉLSIOR
Por: Fabiola
Cortés Miranda
CANCÚN,
MX.-En la Ciudad de México, en Aguascalientes, en Puebla o en Chihuahua; a
quién le importa el cuarto informe del gobernador de Quintana Roo, Roberto
Borge Angulo. Seguramente que a nadie. Casi igual que aquí, en Quintana Roo,
porque los informes de gobierno no son tales sino una recopilación de logros
intangibles para los ciudadanos. Una perorata de cifras millonarias que no se
reflejan en la vida de las personas.
Roberto
Borge está promoviendo su cuarto informe de gobierno (ya falta menos), en los
periódicos digitales Excélsior y Milenio, en ambos casos en sus portadas.
Desafortunadamente,
del innecesario despilfarro no podremos saber los que vivimos en Quintana Roo,
eso se lo puedo asegurar, porque cuando le pedimos cuentas, que no “informes
alegres” al gobernador Roberto Borge, a través de su unidad de Transparencia,
generalmente obtenemos un portazo en las narices. Y si tramitamos un recurso de
revisión ante el Instituto de Acceso a la Información y Datos Personales del
estado (IDAIPQROO), nuevamente volvemos a ganarnos un portazo en las narices,
porque ambos organismos sirven para ocultar información, y no para lo que
fueron creados; de allí que se reelijan en la obscuridad y en silencio sus
miembros, como lo hicieron los integrantes de la Junta de Gobierno del
IDAIPQROO.
¿Cuánto
nos cuesta a los quintanarroenses un banner en la portada de la edición digital
de Excélsior o en Milenio?. No lo sabremos. Eso no lo informará Roberto Borge
ni su Unidad de “Transparencia” ni su “Instituto”.
Se lo
digo por experiencia.
En nota
publicada en junio pasado, dimos cuenta de cómo el IDAIPQROO confirmó la
“inexistencia” de convenios o contratos con Grupo Milenio, a pesar de que el
gobierno del estado tiene a este medio de comunicación en su padrón de
proveedores. Pues el servil Instituto con sus serviles consejeros, ratificaron
lo dicho por la Unidad de Transparencia,
que a su vez transmitió lo dicho por el vocero Rangel Rosado: que no tenían
ningún contrato o convenio el gobierno de Roberto Borge y Grupo Milenio; y que
si este grupo de medios de comunicación estaba en el padrón de proveedores era
simplemente porque se trataba de un probable proveedor, una “opción”.
Así de
ese tamaño es el contubernio y la protección que brindan los supuestos órganos
de Transparencia del estado a su gobernador Roberto Borge; y eso ya lo han
padecido Artículo 19, cuando Borge se negó a entregar datos sobre su dispendio
en publicidad y propaganda. Igual lo vivió María Elena Morera y su asociación
Causa Común, a la que le negaron datos sobre las policías en Quintana Roo.
En el
2012, Roberto Borge publicitó su primer informe de gobierno en las salas de
cine de Cinepolis.Sin embargo, cuando se requirió el costo de dicha propaganda
a través de la Unidad de Transparencia del Poder Ejecutivo. La respuesta, al
igual que en el caso de Milenio, fue que no existía información al respecto. En
este caso, fue la Secretaría de Hacienda y la Unidad del Vocero las que
coincidieron en señalar que en sus archivos “no obra documento alguno que contenga
la información solicitada”.
Cabe
recordar, que en ese entonces, era titular de la Secretaría de Hacienda,
Mauricio Góngora, actual alcalde de Playa del Carmen, y quien desde esa
posición se dedicó a ocultar y negar información pública.
Lo que
Borge no ve y sí ven los lectores de Excélsior y Milenio, no es el anuncio de
un informe de un Gobernador al que si acaso conocen es más por sus escándalos
de represión, de clonación de revistas y de leyes retrógradas; lo que ven los
lectores es el rostro del derroche de recursos públicos al que están
acostumbrados los mandatarios priistas. Por lo demás, a nadie le importa un
informe de cifras maquilladas y de supuestos logros.
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